Para decidir cuál de los dos conseguiría la permanencia, se jugó un partido de promoción en campo neutral. Los equipos argentinos están limitados por la AFA a tener un cupo máximo de seis jugadores extranjeros, aunque solo cinco podrán firmar la planilla del partido. De esta forma, tras muchas polémicas y discusiones, se concluyó ceder la plaza del equipo asturiano a uno de los dos equipos que habían caído en el descenso: el Athletic Aviación y el Osasuna.