Como Kiko, son muchos los empresarios que lamentan que los manteros estén situados en las calles más comerciales y turísticas de Madrid. Ante al argumento de que de los manteros tienen que vivir de algo, este empresario se indigna: «En esta sociedad nos hemos dado unas reglas que están para cumplirse. El top manta incumple todas las leyes existentes en el comercio. ¿Dónde compran la mercancía? ¿Tienen una factura? ¿Generan IVA? ¿Están contratados? ¿Cotizan a la Seguridad Social? ¿Cómo puede generar simpatía una actividad que es ilegal de cabo a rabo?».