En el partido desempate jugado en el Estadio Centenario resultaron victoriosos los Diablos Rojos por 2-1 con un gol de Giachello en el tiempo suplementario, coronándose campeón de América por cuarta vez en su historia y es aquí donde se convierte en el máximo ganador de la Copa Libertadores, récord que sostiene aún hoy. En enero y febrero de 1912 se disputó la III Copa Rodríguez Arzuaga entre los primeros, segundos y terceros equipos de los que entonces eran los cuatro clubs más importantes de la capital.