En Italia, la violencia de los denominados ultras italianos se caracteriza por sus insultos racistas e incluso por la fabricación de armamento para las batallas que efectúan antes, durante y después de los encuentros. Sus orígenes se remontan a los encuentros de fútbol de carnaval durante la Edad Media, los cuales se caracterizaban por no tener reglas y por el uso desmedido de la violencia. En 1314, se realizó la primera prohibición de este deporte, para evitar la creciente ola de violencia que producía.